Un módulo Wi-Fi es un componente electrónico compacto que permite que los dispositivos se conecten a redes inalámbricas. Por lo general, incluye un transceptor de radio, antenas y circuitos necesarios para administrar la comunicación de datos a través de Wi-Fi. Los módulos Wi-Fi se utilizan ampliamente en diversas aplicaciones, incluidos dispositivos IoT, sistemas domésticos inteligentes y electrónica de consumo.
Un módulo inalámbrico tiene múltiples propósitos, que incluyen:
Conectividad IoT : Conexión de dispositivos en el Internet de las cosas para comunicarse entre sí y con Internet.
Automatización del hogar : permitir que dispositivos domésticos inteligentes, como cámaras de seguridad y termostatos inteligentes, se conecten y funcionen sin problemas.
Tecnología portátil : facilita la comunicación inalámbrica para rastreadores de actividad física y relojes inteligentes.
Aplicaciones industriales : soporte de comunicación en sistemas industriales de IoT con fines de monitoreo y control.
Enrutador : un enrutador es un dispositivo de red que reenvía paquetes de datos entre redes informáticas. Conecta varios dispositivos a Internet y normalmente proporciona servicios DHCP (Protocolo de configuración dinámica de host) y NAT (Traducción de direcciones de red).
Módulo Wi-Fi : Un módulo Wi-Fi es un componente que permite que un dispositivo se conecte a una red inalámbrica. No realiza funciones de enrutamiento, pero permite que los dispositivos individuales se comuniquen de forma inalámbrica.
En resumen, un enrutador conecta varios dispositivos a Internet, mientras que un módulo Wi-Fi proporciona conectividad para un solo dispositivo.
El costo de un nuevo sistema Wi-Fi puede variar significativamente según factores como:
Tipo de sistema : Los sistemas Wi-Fi en malla, los extensores de alcance y los enrutadores tradicionales tienen diferentes precios.
Especificaciones : Los modelos de gama alta con funciones avanzadas (por ejemplo, compatibilidad con tres bandas, velocidades más altas) tienden a ser más caros.
Marca : Los precios pueden variar según el fabricante y la reputación del producto.
En promedio, un sistema Wi-Fi doméstico puede costar entre $50 y $300 para configuraciones básicas, mientras que los sistemas más avanzados pueden costar entre $300 y $600 o más.